En promedio, 70-85% de todo el azúcar mundial proviene de la caña de azúcar, el resto se deriva de la remolacha azucarera. Los principales consumidores de azúcar son India, la UE, China, Brasil y EE UU con un consumo total de alrededor de 70 millones de toneladas de azúcar por año: casi el 50% del consumo mundial total. El consumo global per cápita actual está en alrededor de 24kg/persona y sigue creciendo en un 1.5 - 2% por persona por año. Los principales exportadores de azúcar cruda son Brasil, seguido de Australia y Tailandia. Rusia, la UE y los EE UU son los tres principales importadores.
Mientras que la mayor parte de la producción de caña mundial se procesa para obtener el azúcar refinada, que tiene una variedad de usos, entre otros el de endulzante en la producción de alimentos, algunas regiones producen jugo de caña de azúcar. El jugo de caña de azúcar se obtiene de la caña prensada. Suelen producirlo y ofrecerlo vendedores ambulantes, en una variedad de formas y mezclas como puede ser con menta, jengibre, limón y hielo. Se consume generalmente como bebida en Asia y Latinoamérica.
La caña de azúcar es considerada como una de las fuentes más eficientes de biomasa para biocombustibles. El rendimiento de etanol por unidad de superficie de caña de azúcar es al menos el doble que el producido por el trigo o el maíz.
Brasil ha alcanzado niveles muy altos de productividad del etanol derivado de la caña de azúcar con alrededor de 7000 litros de etanol producidos / ha y 6.1 MWh de energía/ha. Un ingenio de caña tipo en Brasil procesa alrededor de 2 millones de toneladas de caña provenientes de 30.000 ha de tierra cultivada y produce 200 millones de litros de etanol al año.
La producción total de etanol de Brasil es de 31 billones de litros/año. Más del 80% se usa en el sector de transportes mayormente para consumo doméstico y se vende como etanol puro o mezclado con gasolina.
El otro productor importante de etanol es EE UU, que genera alrededor de 50 billones de litros/año a partir de maíz. La producción de bioetanol en Europa es de alrededor de 5 billones de litros, China produce en la actualidad alrededor de 2.5 billones de litros al año.
El uso de caña de azúcar para etanol no genera una emisión neta significativa de gases de efecto invernadero. Esto se debe a que el dióxido de carbono emitido al quemar etanol se equilibra con el absorbido por la fotosíntesis durante el crecimiento del cultivo.
El consumo directo de combustibles fósiles durante la producción de etanol se debe únicamente al transporte, cosecha y uso de insumos agronómicos, incluyendo los fertilizantes. Sin embargo, incluso teniendo eso en cuenta esta situación, el balance de emisiones de gases de efecto invernadero de la caña de azúcar es muy favorable comparado con otros cultivos.
Comparado con el etanol derivado del maíz, trigo, remolacha azucarera o sorgo, el derivado de la caña tiene una relación de energía neta más elevada y un menor nivel de emisiones de CO2.
Más aún, quemar bagazo de caña (el residuo fibroso que queda luego de la molienda) para generar energía, permite producir etanol sin necesitar fuentes externas de energía.
En efecto, se estima que una vez que se utilice plenamente el bagazo en todas las plantas de bioetanol de Brasil, esto podría abastecer el 13% de la energía del país.
Aún cuando podría argumentarse que la producción de combustible reduce la cantidad de tierras disponibles para cultivar alimentos, en la actualidad la producción de bioetanol derivado de cultivos de todo el mundo abarca un área de 10 millones de ha: menos del 1% de la tierra cultivable del mundo.
La exigencias del mercado varían de acuerdo al país y al uso final que se le da. El procesamiento de la mayor parte de la caña está centralizado en ingenios y la producción debe adaptarse para cumplir con los requisitos de estos procesadores. La caña de azúcar enviada a los ingenios debe:
El valor del cultivo en la mayoría de las regiones productoras está determinado por el rendimiento de azúcar. Con un contenido de azúcar por caña que va de 11% a 16%, los productores necesitan optimizar los niveles sin comprometer el rendimiento físico.
En países como la India, los sistemas de pago están basados en la calidad promedio de la caña obtenida por los miles de productores que la cultivan en una región en particular. Esto no genera mucho incentivo para mejorar el contenido de sacarosa de la caña. Sin embargo, cada vez más, el pago está vinculado a la calidad de la caña de un productor individual y esto lo evalúa el ingenio basándose en muestras de caña representativas.
Las pruebas incluyen la evaluación de las siguientes características:
El pago suele basarse en la recuperación de azúcar de la caña usando una fórmula que toma en cuenta las características listadas anteriormente.En Australia recibe el nombre de CCS (Commercial Cane Sugar, en castellano: ACC o Azúcar Comercial de Caña).El concepto de CCS se basa en la simple presuposición de que la caña de azúcar contiene predominantemente azúcar pura, impurezas, agua y fibra.Por lo tanto, cuanto menor es el nivel de impurezas y fibra, tanto mayor es el CCS de la caña.
Con frecuencia, a fin de asegurar la continuidad de suministro de caña, el ingenio organiza un esquema de pagos vinculado al CCS.De esta forma, la caña del productor se evalúa y compara con el promedio de la caña procesada y el pago por CCS se ajusta en forma acorde.
Esto estimula a los productores a suministrar caña al principio y al final de la temporada durante el periodo de cosecha y durante los días húmedos en los que el CCS también es más bajo, sin penalizaciones.
Dado que la operación de cosecha suele organizarse regionalmente en torno a un ingenio de azúcar, los productores quizás cosechen su cultivo sólo durante 4 a 5 semanas dentro del periodo total de cosecha de 20-25 semanas. Este esquema de pago vinculado al CCS significa que no se ven perjudicados financieramente.
La mayor influencia en el CCS es la temporada de crecimiento de la caña. Los años húmedos corresponden a un CCS bajo como resultado de una baja en la concentración de la sacarosa. Los contenidos de sacarosa en general son más bajos en zonas donde hay muchas precipitaciones y no se usa un sistema de riego.